viernes, 30 de diciembre de 2011
Una grata sorpresa de fin de año
miércoles, 7 de diciembre de 2011
Una vez al año
domingo, 2 de octubre de 2011
Joan Baez, de nuevo
Joan estuvo en Washington el 28 de agosto de 1963, cuando Martin Luther King pronunció su "I have a dream ...", bajo las bombas de los estadounidenses B-52 en Hanoi, en 1972, en la televisión bajo la dictadura franquista español para interpretar "No Pasarán", en Gdansk Solidaridad en 1980, junto con Vaclav Havel en Bratislava, en 1989, o cantando "Amazing Grace" bajo el fuego en Sarajevo.
Dedicó sus últimas dos canciones a Troy Davis, recientemente ejecutado en Georgia (Estados Unidos), en cuya memoria ínterpretó “Imagine”, y “Here’s to you". Ambas canciones, -una de utopía, otra de desazón- nos arrancaron alguna lágrima a los 3000 seres humanos que estuvimos anoche en esa sala de conciertos con Joan Baez, ícono de una, de muchas generaciones.
domingo, 25 de septiembre de 2011
El instante sms
El instante sms
Un leve bip lo anuncia; un sobre se dibuja arriba a la izquierda de la pantalla del teléfono móvil. Una simple presión del pulgar y aparecen las palabras: “Estoy en el Jardin des Plantes. Hace un día excelente. Estoy leyendo el último libro de Botton. Besos. Enviado el 10.04.2003 a 15:45:37 De: V …06 89 …”
sábado, 17 de septiembre de 2011
Trayecto en tren
jueves, 1 de septiembre de 2011
En armonía
martes, 26 de julio de 2011
2do Simposio de Urban Sketchers en Lisboa: arte, creatividad y camaradería
En la mañana, los 150 participantes y los veintitantos profesores, procedentes de los cinco continentes, nos dábamos cita en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad para intercambiar impresiones y dividirnos luego en pequeños grupos de trabajo (workshops) para salir a dibujar la ciudad. Cabe decir que la organización y la logística fueron excelentes.
Además del ambiente tan estimulante, la ciudad misma favorecía la creatividad; las calles adoquinadas, las plazas, las fachadas de azulejos, las vistas espectaculares del Tajo, los tranvías, los colores y olores. Desde el principio, quedé impresionada por la calidad de los artistas participantes, a quienes yo llamaría las “grandes ligas” del mundo del sketch, y hasta me sentí algo tímida de participar, yo, simple amateur. Sin embargo, desde un principio se creó una atmósfera de camaradería entre todos, así como muchas ganas de compartir y de aprender unos de otros, por lo que mis temores se disiparon enseguida. Disfruté mucho la sensación de familiaridad y de pertenencia que había entre nosotros al compartir una mañana o una tarde dibujando juntos, intercambiando técnicas, consejos, puntos de vista. En las tardes, después de la comida, teníamos conferencias antes de los talleres de la tarde.
La conferencia de Matthew Bhrem, “ Sketching on Location: Teaching and Learning" resonó en mí profundamente, pues confirmó algo que siempre había intuido: el dibujo es una habilidad que puede aprenderse, como aprendemos a escribir, y que está al alcance de todos. Según Bhrem, para iniciarse en el dibujo, habría que abandonar la noción de talento, pues es perjudicial e inhibe a quien se acerca al dibujo por primera vez. Lo más importante no es el resultado final, sino el proceso, la observación, lo que cada quien capta y lo que a cada quien le parece interesante de un lugar determinado. Cada quién tiene una forma personal de capturar su entorno y de expresarse a través del dibujo. Observar a otros dibujar es también una manera enriquecedora de aprender y mejorar el propio estilo.
Los talleres que tomé: “Explorando Chiado” (Barrio muy céntrico de Lisboa), “Cityscapes” (Paisajes Urbanos), “Unfinished Business” (Asuntos inacabados), “Environments” y “Lining over Color” me permitieron alejarme de mi “zona de confort” y de mis hábitos, para abrirme a métodos y técnicas nuevas.
El último día, después del taller de la mañana y de las conferencias de la tarde, nos dimos cita en la Praça do Comercio, enorme plaza en el extremo sur de Lisboa, frente al mar, para dibujar todos juntos en el sketch crawl (maratón de dibujo), evento en el que no solo participamos los urban sketchers, sino la gente de Lisboa; niños y adultos, locales y turistas. Fue increíble. Una tarde verdaderamente inolvidable.
Maratón de dibujo en la Praça do Comercio
Mis recuerdos del simposio:
- El primer día, en el lobby del hotel vi a tres personas con mochilas y pensé que eran participantes del simposio; me acerqué y les pregunté: ¿son sketchers? Y para mi sorpresa, una de ellas era ¡Gabi Campanario! (el fundador de USK).
- Lo fantástico que fue encontrarme personalmente con gente que conocía por internet y de cuyos dibujos soy admiradora, y observarlos dibujar “en directo”.
- Convivir con tantos artistas talentosos y creativos y sentirme contagiada de creatividad.
- Aprender mirando dibujar a los demás participantes, cada uno con un estilo y una técnica diferente Al final de cada sesión, era sorprendente ver la interpretación de cada de un mismo lugar.
- Hacer nuevos amigos con los que comparto un mismo interés.
- Descubrir nuevos materiales, como los pinceles de agua y las acuarelas Ecoline.
- Descubrir Lisboa libreta en mano, sobre todo el barrio de Chiado.
- Sentir que el dibujo -hasta hace poco una afición- gracias a estos días y a lo mucho que me inspiró todo lo que vi y viví en el simposio, se va convirtiendo en una pasión a la que quiero dedicar más espacio en mi vida.
¡Han pasado ya tres días, y mi cabeza sigue llena de imágenes: veo colores, gente, las calles de Lisboa y nos veo a nosotros, sketchers, dibujando, dibujando, dibujando!
viernes, 17 de junio de 2011
II Sketching Symposium, Lisboa, 07.2011
Hace varios meses escribí un post sobre Urban Sketchers, una comunidad que reúne a dibujantes de sketches (bocetos) tanto profesionales como aficionados de todo el mundo, de la que soy miembro. Por segundo año, en el mes de julio se organizará un simposio el que se darán cita muchos de los miembros de esta comunidad para dibujar, intercambiar técnicas y experiencias y aprender en tallleres y curos impartidos por los miembros profesionales. La ciudad anfitriona este año es Lisboa, Portugal, ciudad que ahnelo conocer desde hace años. Ya es oficial: estoy inscrita al simposio y a los talleres. Nunca soñé con participar en un evento así; con conocer a apasionados del dibujo de diferentes partes del mundo, casi no me lo creo. Los talleres se llevarán a cabo al aire libre, en los distintos barrios de Lisboa. Todos iremos armados con libreta, lápices, rotuladores, acuarelas, lápices de colores, carboncillo, o el material preferido de cada quien, para dibujar las calles y los habitantes de la capital portuguesa. ¡Ya siento gran curiosidad y expectación por los lugares, por la gente y por el ambiente que debe existir en una reunión de personas tan disímiles y tan parecidas a la vez!
jueves, 21 de abril de 2011
To kindle or not to kindle
Se accede a la tienda Amazon directamente desde el aparato, que cuenta con una conexión internet inalámbrica. Lo que me ha asombrado mucho es la instantaneidad de la cosa: basta pulsar unos cuantos botones para elegir el libro entre los cientos de miles que se encuentran disponibles (por ahora, el 99% en inglés, aunque empiezan a surgir opciones de librerías virtuales en otros idiomas), descargarlo, esperar unos segundos para empezar a leer. No todo es agradable en el Kindle; también me llena un terrible sentimiento de culpa cuando pienso que al utilizarlo fomento la desaparición de mis lugares preferidos: las librerías. Cuestión compleja y ética ésta. Un verdadero dilema ante la inminencia de este nuevo modo de leer libros. Para mí, el libro –el real- no está obsoleto ni lo estará aún durante mucho tiempo. Ni siquiera estoy de acuerdo con llamar “libro electrónico” a un lector electrónico. Eso sí, el atractivo principal del Kindle es que nos ha puesto la borgiana biblioteca de Babel a unos clics de distancia.
lunes, 11 de abril de 2011
Cambiar lo cotidiano
Me basta con introducir un pequeño cambio en mi rutina diaria, como pasar por otra calle en vez de la que tomo siempre, participar en un café filosófico un martes en la noche, visitar una galería de arte, probar una nueva receta de cocina, sentarme unos minutos en una banca del parque y observar los árboles, para que todo me parezca nuevo. La sensación de posibilidad no es permanente; se desvanece, pero vuelve en otro momento y me sorprende siempre, como todo lo efímero. Eso es lo placentero. Hacer pequeñas alteraciones en mis hábitos –que son como un par de zapatos cómodos- me permite experimentar ese sentimiento de novedad y ver el mundo con ojos frescos. Lo mejor de todo es que estos cambios, por ser tan pequeños, están disponibles en cualquier momento, solo tengo que ir a buscarlos.
domingo, 27 de marzo de 2011
Sentirse en casa
Una se siente parte de esta cultura al cumplir con el ritual de quitar de los clósets la ropa de invierno y reemplazarla por la de entretiempo. La de verano la sacará más tarde, en junio.
Se siente una de acá cuando su círculo de amigos empieza a expandirse y de pronto tiene varias invitaciones a cenas, aperitivos o reuniones diversas. Cuando, al regresar de algún viaje a la ciudad en la que ahora vive, siente que vuelve a casa. Cuando empiezan a parecerle familiares las costumbres y los horarios de su nuevo país, y le parece lo más normal del mundo que los domingos las tiendas permanezcan cerradas.
Al cabo de varios años, una por fin se siente en casa.