Una se siente parte de esta cultura al cumplir con el ritual de quitar de los clósets la ropa de invierno y reemplazarla por la de entretiempo. La de verano la sacará más tarde, en junio.
Se siente una de acá cuando su círculo de amigos empieza a expandirse y de pronto tiene varias invitaciones a cenas, aperitivos o reuniones diversas. Cuando, al regresar de algún viaje a la ciudad en la que ahora vive, siente que vuelve a casa. Cuando empiezan a parecerle familiares las costumbres y los horarios de su nuevo país, y le parece lo más normal del mundo que los domingos las tiendas permanezcan cerradas.
Al cabo de varios años, una por fin se siente en casa.
Ahhh! Amo que vivas y te sientas feliz en tu casa, en tu hogar
ResponderEliminarLeo tu blog y me contagias entusiasmo. En realidad quiero conocer Suiza.
ResponderEliminar¡Saludos!
Muchas gracias a todos por leerme, me contagia entusiasmo también! ;)
ResponderEliminarEncantadooooooooooooo! de leer tu excelente Blog, te envió Un abrazo desde tu tierra América, mas justamente de Colombia
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