Llevo esperándolo once meses y hoy por fin al despertar, era el primer día de mi mes preferido. Después del café matinal, Dom y yo, impacientes como niños, abrimos la ventanita número uno del calendario de adviento; pequeña rutina que repetiremos cada mañana hasta el día 24. Diciembre acostumbra traernos pequeñas y grandes alegrías como los momentos que le robamos a las actividades cotidianas para dar un paseo o ir de librerías, o la visita de algún buen amigo, como la de Ariadna, el año pasado. La de ayer fue una de esas tardes robadas a la vida diaria; fuimos juntos por el calendario de adviento de este año (tardíamente, pues la gente aquí los compra desde mediados de noviembre para tenerlos listos el primero de diciembre), y luego pasamos un largo rato viendo libros y escuchando CD en una librería del centro de la ciudad como hace mucho que no hacíamos.
En su libro Simple Abundance, la escritora estadounidense Sarah Ban Breathnach escribe a propósito de este mes:
“Los regalos de diciembre no nos llegan envueltos en papel de seda y cintas, sino en recuerdos queridos”.
Par mí, diciembre está lleno de recuerdos de infancia, de momentos felices y de las personas que más he querido y quiero en el mundo.
A mi me ha vuelto a gustar mucho diciembre otra vez!!
ResponderEliminarHola Cynthia!!
ResponderEliminarMe llamo irma, vivo en Montreux, y estoy encantada leyendo tus comentarios.
Saludos.