Mi mes de diciembre ha sido mágico; varias personas que conocimos este año se han convertido en buenos amigos. ¡Adoro ese momento sutil en que un conocido se convierte en un amigo! La otra noche, pasamos una velada muy agradable con ellos; nos sorprendieron con su espíritu festivo y sus deseos de compartir. No hubo necesidad de pasar horas en la cocina preparando el platillo perfecto; quesos, pan, ensalada, buen vino y un delicioso mousse de frambuesa resultaron magníficos. Todo el mundo estuvo contento, lo sé porque se quedaron hasta la una de la mañana, cuando aquí la gente se despide generalmente antes de medianoche.
La magia de este mes también fue nuestra visita a Estrasburgo, y despertar uno de los días de la semana pasada y ver que estaba nevando. La primera nieve del invierno siempre me pone de muy buen humor.
Otra de las cosas mágicas de diciembre fue volver a encontrar a alguien muy importante en mi vida que creía haber perdido para siempre: mi antigua maestra de español y literatura. Gracias a la instantaneidad del correo electrónico, en apenas unos días, restablecimos la comunicación interrumpida durante largos años. ¡Magia pura!
Deseo que diciembre los sorprenda todavía con pequeñas y grandes alegrías; que lleguen agradables sorpresas, que los envuelva el afecto de los seres que más quieren en el mundo.
Amo que nadie haya pasado horas en la cocina y el reencuentro con tu profesora!!!
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