Por fin, terminó el trabajo y dispongo de un mes de diciembre relajado. Una de mis actividades preferidas de esta temporada es acurrucarme en el sofá con lectura placentera e inspiradora. Desde hace un par de años, he ido formando una pequeña biblioteca de Navidad. Para mi deleite, descubrí que en la tradición literaria anglosajona se publican -y leen – muchas novelas que se desarrollan en esta época del año. El ejemplo más típico del género es
A Christmas Carol (Canción de Navidad), de Charles Dickens, publicado en 1843. Otro ejemplo son las novelas de misterio navideñas de Anne Perry. Cada año se edita en inglés una profusa literatura ambientada en Navidad. Aquí, a fines de noviembre llegan las novedades a las librearías. El año pasado, fue
The Ecco Book of Christmas Stories, una recopilación de relatos de varios autores, y
The Gift, de Cecilia Ahern Este año, leeré
The Christmas Mystery, dell noruego Jostein Gaardner (autor de El mundo de Sofía), y
Christams Eve at Friday Harbour, de la estadounidense Lisa Kleypas.
No en todos los casos se trata de gran literatura. Lo que disfruto más que nada son los ambientes festivos e invernales y los estados de ánimo que muchas de estas novelas captan tan bien.
Cuando está nevando (como toda la semana pasada), nada nos parece tan reconfortante a Dom y a mí como arrellanarnos en el sofá, y pasar horas deliciosas leyendo, al abrigo del frío y de las inclemencias del tiempo.