miércoles, 16 de septiembre de 2009

Discotecas municipales


Algo de lo que que más agradablemente me sorprendió cuando llegué a vivir a Suiza fue el sistema de discotecas municipales con el que cuenta cada ciudad del país. El concepto de discoteca pública me era desconocido y me pareció muy novedoso, aunque en Suiza no es nada reciente y data de 1979 (este verano festejó sus 30 años). La discoteca posee un acervo impresionante de CD y DVD de todos los géneros musicales: clásica, en todas sus variantes y periodos, música pop, folk, chanson en francés, rock, jazz, electrónica, soundtracks de películas, música para niños y world music de prácticamente todos los países. Uno puede encontrar aquí CD de artistas irlandeses, turcos, portugueses, inuits, japoneses, latinoamericanos o de artistas suizos poco conocidos. Y desde música tradicional hasta la más contemporánea. Los “discotecarios” son apasionados conocedores de corrientes y géneros musicales que amablemente orientan a los usuarios y los ayudan en sus búsquedas. Son también los responsables de mantener al día la colección y de agregar al catálogo las novedades de calidad que se editan regularmente. Se pueden tomar prestados hasta 20 CD cada vez y el préstamo es por cinco semanas. Cada vez que voy encuentro algún tesoro…y si vuelvo la semana siguiente no hallaré los mismos discos, pues los discos que están a la vista -que como menciono, son muchos- apenas representan un 10% del total de la colección (el 90% restante está prestado).
Pese a que la irrupción de las nuevas tecnologías que -como el mp3- han provocado la desmaterialización de la música y han cambiado la forma de escucharla, la gente aún acude a la discoteca a buscar una ópera para familiarizarse con ella antes de ir a verla, comparar varias versiones de alguna obra o, sencillamente, descubrir nuevos géneros.
Me gusta ir a la discoteca las tardes lluviosas o frías. Hoy estuvo nublado todo el día -el tiempo idóneo-, así que después de clases me dirigí a mi discoteca local (que está a medio camino entre la universidad y mi casa) y me pasé una hora de lo más a gusto viendo las novedades y luego, instalada en un cómodo sillón escuchando los CD que me habían atraído para decidir cuáles llevarme. En la discoteca hay cinco puntos de escucha, cada uno con un lector de CD, audífonos y un sillón en el que cada quien se sumerge en su propio universo musical. También se puede echar un vistazo a las varias revistas especializadas que llegan cada mes.
Mi selección de CD hoy fue:
After the Gold Rush – Neil Young
Unplugged – Neil Young
Negotiations and Lovesongs – Paul Simon
Duper Sessions–Sondre Lerche
Greatest Hits – Smashing Pumpkins
Twelve – Patti Smith
Escribo este post escuchando a Morrissey y he repetido "Hold on to your friends" tres veces ya...
-->¡Larga vida a las discotecas municipales! 





1 comentario:

  1. Ohhhh aquí ese servicio se presta dentro de la biblioteca, y también me he vuelto adicta, porque en México una vez que ya tenía ahorrado dinero siempre tenía que decidirme si comprar un libro o un disco, y amo tanto la literatura como la música

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