jueves, 7 de noviembre de 2013

De nuevo el otoño

Ha llegado el otoño. De pronto el aire se hizo más fresco, casi frío, y ya no pudimos salir de casa sin abrigarnos. Desde que vivo en este continente disfruto mucho el cambio en las estaciones, tan marcado, que puntúa el paso del tiempo y nos hace sentirnos parte de su fluir. Cada estación nos hace revivir la estación anterior, nos hace conscientes de que pasó un año más.

Llegan con esta temporada los puestitos de castañas asadas en las calles, señal de que los meses que vienen serán fríos y necesitaremos un tentempié caliente mientras esperamos el tranvía al final de la jornada. 
 
PicsArt_1382311023830El otoño es mi estación preferida. Disfruto mucho aquellos días en que hay sol y cielo azul pero hace frío. Me vigorizan los paseos por el parque o a la orilla del río, soy feliz al ver los follajes de los árboles que van volviéndose anaranjados y rojos antes de quedarse desnudos. Me gustan los pequeños placeres de esta temporada, como preparar un omelette de chanterelles o sopa de calabaza con nuez moscada. También me gusta  que las novedades literarias  empiezan a llenar las librerías, como invitándonos a hacer acopio de lectura para los meses invernales. Lo que más me gusta  del otoño es la luz, que a cierta hora de la tarde cae oblicua y ámbar, como miel que bañara todo: las calles, los parques y los rostros. Luz vibrante y colores encendidos que poco a poco irán perdiendo intensidad y se apagarán cuando llegue el invierno.

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