martes, 23 de febrero de 2010

Expresar la propia creatividad

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La otra tarde, Dom llegó a casa con un regalo para mí: una magnífica libreta que invita a llenarla de sueños y de proyectos. Me encantó, pues al abrirla, descubrí que sus hojas se prestan muy bien para dibujar con lápiz, rotulador e incluso con acuarelas. Además, cabe perfectamente en la mochila que llevo conmigo cuando salgo a dibujar. Ya no está haciendo tanto frío y hasta hay sol algunos días, lo que significa que la primavera no tardará mucho en llegar, y con ella, la oportunidad de pasar más tiempo fuera, llenando mi nueva libreta con lo que vaya descubriendo. Aunque mi técnica es básica e imperfecta (¡no aspiro a la perfección!), dibujar es para mí tan placentero como necesario. Como a todo el mundo −supongo−, expresarme creativamente me ayuda a encontrar el equilibrio en la vida cotidiana, a apresar el instante presente y aunque sea por momentos, a mirar el mundo con más atención.



martes, 16 de febrero de 2010

Estos días

que hacer

Y ahí está la vida; instándonos, urgiéndonos a la acción…


domingo, 14 de febrero de 2010

Soy del lugar en el que tengo amigos

Domingo, 3 de la tarde. Llaman a la puerta y es nuestra amiga Esther, una suiza alemana que conocemos desde hace poco pero de quien nos sentimos cercanos últimamente no solo porque vivimos en edificios contiguos. Como es día de san Valentín, pensó en nosotros –nos dice – y nos trae en un lindo paquete rojo, un par de macarons de chocolate en forma de corazón. El detalle nos conmueve por muchas razones: porque no es común aquí que alguien pase a casa de uno sin avisar, así que esta visita espontánea nos iluminó el día; también por lo gratificante que resulta saber que otros aprecian nuestra compañía y la buscan; por sentir que se van forjando vínculos con alguien que hace poco entró en nuestra vida y que empieza a formar parte de nuestras afinidades electivas, así como nosotros de las suyas. Siempre he tenido la impresión de que no podemos decir que pertenecemos a un lugar mientras no tengamos en él algún amigo. Desde hace ya un tiempo que por fin puedo decir que pertenezco a esta ciudad, pues aquí también viven personas a las que puedo llamar amigos.


domingo, 7 de febrero de 2010

Apuntes desde el tren

Nyon-Morges

Neuchatel

Dos apuntes hechos el viernes en la tarde desde la ventanilla del tren hacia Neuchâtel.

The view from the train en route to Neuchâtel last Friday afternoon.


martes, 2 de febrero de 2010

Rituales reconfortantes

ritualesreconf

Al comenzar un año nunca sabemos lo que los meses -o incluso los días- siguientes habrán de traernos. Durante estas semanas he dejado simplemente que los días pasaran. Es normal, me digo, cuando experimentamos una gran tristeza. El mes de enero fue un largo paréntesis del que salgo poco a poco. Quiero recuperar la alegría y el entusiasmo, así que he decidido que mi año comenzará de nuevo en febrero.

Esta mañana, la radio anunciaba que seguirían las bajas temperaturas. Sé que a algunas personas las deprime, pero a mí me gusta este cielo gris de invierno; un cielo bajo, que filtra la luz y la devuelve pálida, apenas perceptible. Desde mi ventana se ven las ventanas de los edificios de enfrente, todas con las luces eléctricas encendidas ya desde temprana hora; me hacen pensar en los cuadros de Edward Hopper. Tomamos café. Dom se va a trabajar. Yo ya he terminado los exámenes del semestre y tengo unos días de descanso.

Por la tarde me decidí a salir para disfrutar mi ritual de cada mes: pasarme un largo rato hojeando revistas y comprando algunas de mis preferidas: Philosophie, Books, Psychologies, Arts Magazine y Cahiers du Cinéma. Hay que decir que la selección va cambiando cada cierto tiempo, según nuestros intereses. Me pone de muy buen humor pasar horas –literalmente- hojeando publicaciones sobre cine, literatura, actualidad, etc. Me encanta pasar los dedos por las páginas que huelen a nuevo, recorrer el índice de la revista en busca del artículo de una sección particular. Salí de la librería muy contenta con mis adquisiciones. Ya en casa, preparé té y me lo serví en mi gran tazón; me arrellané en el sofá y me sumergí en la lectura. ¡Rituales como éste me hacen muy bien al ánimo!