Con el otoño empiezan los días fríos, llegan las novedades literarias y los colores de la naturaleza se encienden antes del letargo invernal.
El otoño está en el aire. Los días se han vuelto fríos y las hojas de los
árboles empiezan a tornarse anaranjadas, borgoña, doradas… colores que me
gustan tanto y que descubrí en esta parte del mundo. El otoño, con sus catálogos
de artículos escolares, con los libros recién publicados que van apareciendo
estos meses en las librerías (y que serán candidatos a premios
literarios de esta temporada, como el Médicis, Renaudot o el prestigioso Goncourt), con las nuevas
puestas en escena en los teatros y la ropa abrigadora de colores otoñales que
llena los escaparates de las tiendas, nos prepara para los meses de invierno
que se avecinan, en los que viviremos resguardados en casa, en bibliotecas,
museos o teatros.
También en la ropa llevamos colores de otoño |
Octubre, con sus mañanas a veces lluviosas, a veces de luz radiante y
oblicua, pero invariablemente frías, se antoja un mes de nuevos comienzos. En
francés, el término rentrée designa el
regreso no solo a clases, sino a las actividades normales después de las
vacaciones de verano. La vida adquiere otro ritmo. Es la temporada de las
setas, chanterelles y otros
champiñones y de las diferentes variedades de calabazas.
La mejor época del año para dar largas caminatas en el bosque o en los parques; de sentir el aire fresco en la cara y el crujir de las hojas secas bajo los pies: pequeños pero maravillosos placeres de esta tamporada.